En una decisión sin precedentes en la democracia española, el PSOE aprobó ayer facilitar el Gobierno del PP. En un Comité Federal marcado por la fractura interna, los partidarios de la abstención se impusieron con 139 votos frente a 96 que respaldaron mantener el no a Mariano Rajoy. Aunque el diferencial de votos es superior al registrado en el convulso Comité del 1 de octubre, que supuso la defenestración de Pedro Sánchez, lo cierto es que el resultado certifica tanto la ascendencia de Susana Díaz como el desgarro de un partido roto en dos mitades.
La abstención del PSOE permite desbloquear la gobernabilidad después de diez meses de parálisis. Unas terceras elecciones, además de un ridículo internacional, hubieran sido nefastas para los intereses del país y para el propio PSOE, mermado por la batalla interna y el distanciamiento con sus bases. En consecuencia, el viraje histórico de los socialistas no puede interpretarse como un apoyo expreso a Rajoy, sino como un gesto de altura política y responsabilidad institucional acorde con la formación que más tiempo ha gobernado este país desde la Transición.
El PSOE es un partido tradicionalmente dividido entre un ala nítidamente socialdemócrata y otra más izquierdista y radical. Que en esta ocasión se haya impuesto el alma pragmática es algo positivo para España. Porque nuestro país necesita de un partido sólido y fuerte capaz de aglutinar el centroizquierda a través de una oferta política reformista, lejos de un aventurismo político obsesionado con ocupar el espacio político de Podemos. En este sentido, la decisión tomada ayer permitirá al PSOE ganar tiempo y afrontar su necesaria renovación. Las heridas causadas por la intensa pugna alrededor de la investidura son de un calado profundo. Ni Puig, ni Page, ni Lambán quisieron tomar la palabra en el Comité Federal. Sí lo hicieron Fernández Vara -para defender nítidamente dejar gobernar al PP-; y Susana Díaz, quien evitó pronunciar la palabra "abstención" y pidió a su partido "responsabilidad". Después, al término de la votación, Sánchez publicó un tuit que disparó las especulaciones sobre su vuelta: "Pronto llegará el momento en que la militancia recupere y reconstruya su PSOE". Es evidente que la Gestora se verá obligada en los próximos meses a convocar un Congreso Extraordinario. Pero, entretanto, sería un error mayúsculo por parte de los socialistas continuar enzarzados en debates personalistas o batallas palaciegas que no harían más que acentuar su debilidad.
En el corto plazo, y una vez que ha sacado adelante la abstención, el mayor problema que tiene el PSOE es conseguir la unidad en su grupo parlamentario. Aunque algunos diputados ya avanzaron que no se moverán del no a Rajoy, la resolución aprobada es imperativa para todo el grupo en el Congreso. El Comité Federal es el máximo órgano de dirección socialista entre congresos y su normativa interna obliga a todos los miembros del grupo parlamentario a "estar sujetos a la unidad de actuación y disciplina de voto". La postura de Iceta en torno al no a Rajoy -también la de los socialistas del País Vasco y Baleares- ha sido muy beligerante. De ahí que ayer el primer secretario del PSC rogara "sensibilidad" a la nueva dirección federal para ofrecer una salida honrosa a aquellos diputados que han hecho del rechazo a Rajoy una bandera inamovible. Díaz parece decidida a mantener el pulso e imponer la cohesión en el grupo parlamentario. Pero, al margen de la posición final de los siete diputados del PSC, lo cierto es que esta crisis ha aumentado el riesgo de ruptura entre Ferraz y los socialistas catalanes. Deberían evitarlo, pero no a cambio de perpetuar la falta de un discurso coherente del PSOE en Cataluña.
El Rey iniciará hoy las consultas con vistas a una eventual investidura de Rajoy a finales de esta semana. El giro histórico del PSOE llega en el último suspiro antes de que expirara el plazo para agotar la legislatura. Pero es un gesto que cabe agradecer porque permitirá a España disponer de un Gobierno, aunque sin mayoría absoluta. En la resolución que sacó adelante, el PSOE compromete una oposición "firme y constructiva" y un "diálogo con el Gobierno y todas las fuerzas políticas".
La estabilidad del próximo Ejecutivo es clave para que España pueda afrontar los compromisos adquiridos, especialmente, en materia económica. Así que sería conveniente que el giro socialista fuera el preludio de una etapa de entendimiento entre PP, PSOE y Ciudadanos, en aras de afrontar una agenda reformista que ya se ha convertido en ineludible.
23 Comentarios
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Sinceramente, no creo que la futura abstención de los socialistas sea por patriotismo. Creo que más bien será porque de llegar a unas terceras elecciones el descalabro sería descomunal.
El mayor problema del PSOE no es, como indica el artículo, recuperar la unidad del partido, ya que las divergencias en todos los partidos políticos son lo más habitual del mundo y conviven todos con ellas. El mayor problema del PSOE es recuperar la confianza del votante de izquierdas, y para eso va a hacer falta un milagro que no llego a imaginar. La próxima encuesta sobre intención de voto va a dejar al PSOE en la mitad de sus votantes como máximo, y no exagero un ápice. Una generación entera de votantes no les va a personar nunca este ilógico político de apoyar al PP.
Nunca he asociado el abstenerse para que pueda haber gobierno con el apoyo al PP, aunque sí que es verdad que así lo perciben los políticos. Hay algo que es básico para entender la situación: De la misma manera como el coche tiene que ponerse en marcha para llegar a otro sitio, tiene que haber gobierno para poder lograr los cambios. Si no hay gobierno, sigue mandando el PP; pero si hay gobierno, se tiene la oportunidad de intervenir para que cambien las cosas a favor de la oposición. Yo veo a C¿s: No tiene fuerza de escaños, pero logró 150 compromisos. ¿Cuántos pudo haber logrado el PSOE? y no es cuestión de cantidad, sino de profundidad. Por eso no me fío de la Susana: es una bailavalses. Me quedo con Fernández sin pensarlo dos veces.
Totalmente de acuerdo con este editorial, muy sensato y responsable con la situación actual, motivado por el Podemista Pedro Sanchez, el Caballo de Troya del Sr. Iglesias dentro de Podemos. Iceta o Elena Valenciano ninguno de los dos tiene fuerza moral pues en el 1er caso apoya a los nacionalistas catalanes y la otra vive en el limbo con sus demencias de extrema izquierda. Estoy seguro que este lamentable proceso del PSOE le hará bien para clarificar de una vez y por todas que es un partido social demócrata (centro izquierda) los que quieren mas derecha que vayan al PP y los que quieren acabar con España y convertirla en otra Venezuela que se vayan a Podemos.
@asiermunozdv #17 Pues más bien diría yo que ahora es cuando han saltado por los aires y sin paracaidas
La decisión de ayer, es desde luego, histórica. Y lo es por el sentido de haberle dado la espalda al votante socialista que quiso y quiere un cambio. Toda otra lectura o explicación, sobra. Pero estamos en un momento en el que había que dar una respuesta, y ya que no se pusieron de acuerdo Podemos, C's y Psoe en marzo, esta de ayer ha desbloqueado la situación. El miedo a un pacto con la izquierda de la izquierda, por parte de Sánchez, y la tozudez y arrogancia de Iglesias hicieron el resto. Por ello hoy, o el sábado, tendremos lo que salga de una manera de concebir el voto recibido. Respaldar, con la abstención, las políticas que ha realizado el PP, cuando se han estado criticando durante la legislatura es inconcebible. Mariano Rajoy se ha visto respaldado en sus amparos a Rita Barberá, a Bárcenas, a las colaboraciones con la justicia. Así no, PSOE, así no. Los ciudadanos esperamos altura de miras, y no, más de lo mismo. http://cort.as/V75c
Definir lo de ayer como "un gesto de altura política y responsabilidad institucional" da un poco de risa la verdad... Era la única opción que tenían los socialistas si no querían saltar por los aires en unas terceras elecciones. no tiene nada que ver con la etapa de la Transición
lo que no tiene precedentes es que se haya llegado hasta aquí sólo y exclusivamente por no aceptar que gobernara la lista más votada y por no querer pactar, como se hace de manera normalizada en toda europa, entre partidos con vocación de gobierno.Cuando se ha gobernado con los del 3% ( bien conocido ) y con nacionalistas de derechas en varias comunidades, todo este teatro y postureo suena a chiste, eso sí, una broma muy cara para todos los españoles a quienes nuestros políticos de chufla les importamos una higa.
Yo casi apostaba a que la "demencia" de Pedro Sánchez no era mal intencionada, aunque estaba seguro que había caído en las redes de PODEMOS. Su última aparición me genera dudas. Lo que ocurre es que la sargenta chusquera que planificó la desastrosa estrategia de acoso al lider indeseado e indeseable, luego fue "ascendida" a cabo chusquera cuando ordenó o permitió la lumbrera de las dimisiones en el órgano de dirección del PSOE. Por ello a mi indignación por la actuación de Sánchez se une la decepción por lo actuado por Susana. Menos mal que quedan gente aprovechable en ambos sectores, por ejemplo Iceta o Elena Valenciano, y sobre todo que una "luminaria" llamada Borrell ha aparecido en lontananza y eso es un lujo que no debería desperdiciar el PSOE.
¿¿ Decision sin precedentes ??, ¿¿ y eso, a quien sorprende ??.... VAMOS A VER; estamos en un tiempo nuevo ( en el que parece que se va a resolver o paliar, al menos, la corrupcion ) en el que el parlamento esta fragmentado que obliga a NUEVAS POSTURAS