Opinión | Editorial

Giro social en España

Las propuestas sobre la eutanasia y los permisos parentales apuntan a una normativa vanguardista en derechos sociales y libertades civiles

lConcentración a favor de la eutanasia en el Congreso de los Diputados

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El nacimiento y la muerte. Vivir la maternidad y la paternidad compartiendo responsabilidades y sin perpetuar los roles de género que aún rigen en nuestra sociedad. Y, también, morir sin alargar un sufrimiento insoportable e inútil, sin prolongar una vida que ya no es digna de ser vivida. El Congreso ha dado un paso adelante para que las condiciones que rodean al nacimiento y la muerte, principio y fin, sean vividas con menos miedo y más serenidad, dignidad y justicia.

Así, el Congreso ha aprobado por unanimidad tramitar la ley de Unidos Podemos para que los permisos de paternidad y maternidad sean iguales, intransferibles y remunerados. La proposición de ley fue vetada por el Ejecutivo de Rajoy por motivos presupuestarios, el Gobierno de Sánchez ha levantado el impedimento. La realidad se impone: la voluntariedad de las bajas no consigue revertir el modelo de crianza. El cuidado de los hijos es responsabilidad de ambos progenitores. Solo si es asumido en igualdad de condiciones, la mujer dejará de sufrir la discriminación laboral y podrá superar el rol tradicional de cuidadora y el hombre podrá vivir la paternidad plenamente. La desigualdad estructural actual es la base del machismo y de la violencia que lleva implícita. Combatirla ya no es opcional.

La muerte digna también se abre paso en el CongresoLa muerte digna. Con la única oposición del PP, se ha admitido a trámite la propuesta de ley del PSOE que propone regular la eutanasia. A medida que la tecnología y la medicina avanzan, también lo hace el alargamiento de la vida, pero no siempre con la mínima dignidad exigible. La perspectiva de una larga y dolorosa agonía despojada de toda esperanza, de sentirse prisionero de un cuerpo que ya no se controla es un íntimo temor que comparte la mayoría de los ciudadanos. Si la competencia de las personas ha sido capaz de desafiar a la muerte, también debe estar en nuestras manos controlar esa competencia, siempre que sea regulada por ley, voluntaria, informada y rubricada por profesionales sanitarios con todas las garantías éticas. Actualmente, Holanda y Bélgica son los únicos países de la UE que permiten la eutanasia.

Si ambas propuestas logran abrirse camino, cambiarán el rumbo social de los últimos años en España con una normativa vanguardista en los derechos sociales y las libertades civiles.